La pureza del agua es vital para la vida, y en España, la lucha por preservarla se intensifica a medida que la contaminación por nitratos amenaza la salud de sus ciudadanos y la integridad de sus ecosistemas acuáticos.

Un reciente estudio llevado a cabo por Greenpeace en colaboración con la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial revela cifras alarmantes: casi un tercio de las aguas subterráneas del país están contaminadas con nitratos, un problema que no solo afecta a la salud humana, sino también al futuro de sus recursos hídricos.

El panorama de la contaminación

El informe de Greenpeace arroja luz sobre una realidad preocupante: el 29% de las aguas subterráneas analizadas en España muestran niveles elevados de nitratos, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública y el medio ambiente.

Este porcentaje se suma al 11% de las aguas superficiales y al 7% de las aguas de consumo que también presentan niveles preocupantes de contaminación.

La campaña emprendida por Greenpeace, que involucró a cerca de 10,000 personas en toda España, fue un esfuerzo por comprender la magnitud del problema.

Con la distribución de kits gratuitos de medición de nitratos en el agua, se llevaron a cabo casi 5,000 mediciones en todas las comunidades autónomas, revelando la extensión de la contaminación en todo el país.

La situación según Ecologistas en Acción

La situación de la contaminación por nitratos en España es preocupante, como destaca el informe presentado por Ecologistas en Acción. Los datos muestran que un número significativo de personas se ven afectadas por la falta de acceso a agua potable debido a la contaminación por nitratos, con más de 200,000 habitantes afectados en 171 municipios.

España lucha contra la contaminación de nitratos

La raíz de este problema se encuentra en el uso excesivo de abonos nitrogenados en la agricultura intensiva y en las macrogranjas de ganadería intensiva. Esta contaminación afecta particularmente a áreas rurales, especialmente en la denominada «España vaciada», donde se concentran estas actividades agropecuarias.

Las regiones más afectadas

Los resultados de la campaña son especialmente preocupantes en regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha y Baleares, donde se detectó una alta incidencia de contaminación por nitratos.

En estas áreas, el 80%, 78% y 57% de las mediciones respectivamente dieron positivo en nitratos, señalando una situación crítica que requiere una acción inmediata.

Con casi 900 millones de animales sacrificados el año pasado, incluyendo 56.3 millones de cerdos, la cantidad de excrementos y purines generados es alarmante.

Estos desechos contaminan las aguas subterráneas y superficiales, poniendo en peligro la salud de las personas y la biodiversidad acuática.

Greenpeace hace un llamamiento urgente a las autoridades competentes para que tomen medidas efectivas contra la contaminación por nitratos.

Esto incluye la reducción del uso de fertilizantes sintéticos y la disminución de la ganadería intensiva. Sin embargo, señalan que esto requerirá un coraje político que hasta ahora ha sido escaso.

Ecologistas piden modificar la normativa

Para abordar esta situación, Ecologistas en Acción y Greenpeace instan al Gobierno español y a los partidos políticos a modificar la normativa vigente, reduciendo el valor límite máximo permitido de nitratos en el agua de consumo humano.

También se hace un llamado para reducir el uso de abonos nitrogenados, en línea con las directrices de la Estrategia de la granja a la mesa de la Unión Europea, y para detener la expansión de la ganadería intensiva a nivel estatal y autonómico.

Es esencial tomar medidas urgentes para proteger el medio ambiente y garantizar el acceso a agua potable segura para la población afectada.

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